Estoy en mi semana de vacaciones, que por otro lado también se suponía que iba a ser mi semana de recuperar trabajo atrasado y de repaso.
El lunes recuperé parte del trabajo atrasado de la semana pasada y el martes cogí el manual de digestivo para "un temita" que me quedaba y acabé volviéndome loca porque tenía medio libro gordo sin hacer, no me acordaba de la mitad de lo que se supone que ya había estudiado, me empecé a agobiar por como iba a hacerlo todo en lo que me quedaba de semana, con que no iba a poder descansar... y se fue haciendo una bola cada vez más grande hasta que consiguió aplastarme. Al final el martes no hice nada.
Como de costumbre pensaba cambiar las cosas el miércoles. Y lo hice, pero no en la dirección que esperaba.
No toqué un libro, tomé una determinación. Podía seguir aumentado mi bola de miedos e inseguridades, podía seguir ahogándome en las cagadas de estos dos meses, o podía parar. Parar y tomar aire un segundo, no dejar que la situación me abrumase. Y es lo que hice. Cerré los libros y me liberé. Lo que más necesitaba era descansar, saberme dos hojas más al final de la semana no iba a ayudarme cuando llegase al límite, y estaba bastante cerca de alcanzarlo.
Así que ahora mismo estoy llegando al final de mis 5 días de descanso; de merecido descanso, aunque intente sabotearme a mi misma pensando que no los merezco para nada.
Día a día desde que comencé este camino aprendo algo nuevo sobre mi misma, sobre el modo correcto de hacer las cosas y aún así todavía queda mucho margen para mejorar. Estoy cambiando tanto que es abrumador; he sentido la necesidad de exteriorizarlo de algún modo, y me he cortado el pelo, qué típico!
Ahora me siento más fuerte, con más confianza y aunque a veces no puedes evitar caer en errores ya cometidos ahora me siento capaz de seguir adelante se me ponga lo que se me ponga por delante.
He intentado aferrarme al pasado y he tenido miedo del cambio, me ha costado pero ahora creo que empiezo a aceptarlo. Estoy en pleno proceso de transición y eso no es malo. Me gusta como era, pero no debo renunciar a ver lo que todavía puedo llegar a ser.
Espero de corazón que el lunes tenga un nuevo comienzo, con ganas, con fuerza, tal y como empecé en junio. No me quiero autoengañar pensando que esta vez conseguiré que sea perfecto, tampoco me quiero autoengañar pensando que esta vez viviré el día a día y no dejaré que los fracasos o éxitos del día anterior influencien el día presente, porque sé que no va a pasar. Tan solo tengo que seguir adelante, encontrar un equilibrio, que ni tan siquiera tiene que ser perfecto, sólo tiene que aguantarme 5 meses más.
Ahora, voy a por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario